“Nada como sentirse a salvo y tranquilo”, esta afirmación se percibe en nuestra realidad, donde para ponerla en práctica a veces es necesario conocer técnicas de defensa personal que nos permitan tener a nuestra disposición los conocimientos necesarios para solventar situaciones de riesgo.
Suele pensarse que las personas más corpulentas son las más fuertes, pero esto no es cierto, una persona delgada y de estatura mediana puede ser capaz vencer a cualquiera si tiene conocimientos de técnicas de defensa personal que le permitan usar la fuerza del otro contra sí mismo. En tal sentido “el conocimiento es poder”.
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¿Por qué aprender defensa personal?
En la actualidad las sociedades no se presentan como entornos cien por ciento seguros para nosotros; en realidad podemos ser asaltados con múltiples intensiones en las que podemos caer en situaciones de desventaja.
En tal sentido, el riesgo es muy alto, tanto para nuestro bienestar físico como para el de nuestros allegados. Entonces, ¿Qué podemos hacer para resguardarnos de tales circunstancia?, muchos pensarán en comprar un arma de fuego o algo por el estilo, pero lo cierto es que nada ni nadie te asegura que ese objeto te servirá para protegerte, de hecho puedes salir más afectado.
Entonces pensemos que nuestros conocimientos no pueden ser arrebatados y los podemos poner en práctica siempre, así que hay que considerar que para protegernos podemos tomar clases de defensa personal.
Pero ¿Qué podemos hacer frente un agresor armado? La verdad es que mucho si sabemos cómo despojarle de sus herramientas ofensivas, para esto existen múltiples tácticas y técnicas que pueden ser de utilidad.
Por su parte también hay unas cuantas artes marciales que has sido diseñadas específicamente para lograr técnicas de defensa personal efectivas, entre estas podemos nombrar el kenpo, el cual nació de un arte marcial milenario pero se modificó para lograr un ataque que desencadena una defensa con las manos vacías, es decir sin armamento alguno.
Diferentes opciones para cada tipo de agrasión
Sin embargo el kenpo no es lo único que podemos practicar para aprender a defendernos de agresiones que pueden ser consideradas de carácter común, también tenemos el karate, el yudo, el kung-fu y otras más.
La idea general de las clases de defensa personal es poder aprender a repeler los ataques de una forma efectiva sin importar de donde provengan estos, es decir, si el ataque es de un hombre de 120 kg de peso hacia una mujer de tan sólo 45 kg, esta no se ha de encontrar en desventaja alguna si posee el conocimiento correcto.
Las clases de defensa personal para mujeres son de las más solicitadas en el mercado, sin embargo también las hay específicamente diseñadas para niños y, claro está, también hay hombres que se involucran en este tipo de actividades, esto bien sea con fines deportivos, recreaciones o con la intención de estar preparados ante una agresión.
Como conclusión en el cuidado de la defensa personal
No tenemos por qué ser parte de una población vulnerable a los ataques, en el caso de las mujeres pueden andar en tacones y vestidas de oficina sin necesidad de ser presa fácil, lo mismo pasa con los niños, a ellos se les cree indefensos usando frases como “quitarle la chupeta a un bebé”, pero al atacar a un pequeño bien armado de conocimiento hay que ver lo complicado que esto puede ser.
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