Los aportes del Karate
En este 2018, una vez más el Karate como deporte destaca ya que es un excelente sistema de educación física para todas las edades. Ya que, pone en funcionamiento todos los sistemas de una forma real del cuerpo humano, favoreciendo de forma clara y potenciando el buen funcionamiento de todo el aparato locomotor como en otras series y desarrollo del entrenamiento y de las facultades físicas, como la estabilidad en cada caso y el equilibrio.
Con la elasticidad, coordinación (como en deportes como Jiu Jitsu, kung fu…) la velocidad, potencia son cualidades claras, etc. Con lo cual se consigue un entrenamiento que sea muy completo e idónea para el desarrollo físico completo de la persona. El Karate en este caso es además es un trabajo simétricamente el cuerpo de cada uno de los usuarios que los practican, y cosa imprescindible en muchos casos para desarrollar las facultades con las que trabajamos y de ambos lados (derecha e izquierda en la mayoría de los casos).
Con el Karate tiene también tenemos por diferentes motivos otros objetivos:
- en el caso de los niños, por ejemplo, es muy importante como complemento desde los primeros años ya que ayuda en sus estudios escolares por la concentración, pues enseña y entrena la disciplina, de considerable y clara importancia en cualquier faceta que tenemos de la vida.
- Asimismo, tiene otro tipo de ventajas en paralelo con la actividad física ya que esta actividad aleja a la juventud de las malas costumbres que en algunos años se pueden coger como; vicios, drogas, delincuencia en algunos casos, etc.
En diferentes campos, el karate te aporta siempre
En otro de los puntos ya que la forma de controlar con la agresividad que el Karate en muchos casos realiza en la persona, y en el niño especialmente en muchos casos. Inevitablemente siempre conocemos por no decir que todos llevamos la agresividad al menos en un determinado nivel en nuestro interior, por ella misma no es mala en algunos casos.
El problema es la mala canalización con la que trabajamos, es decir, cuando se exterioriza descontroladamente en los trabajos, y, la mayoría de las veces sin ningún sentido concreto para trabajar. Y, siendo entonces cuando llegado este punto puede convertirse en algunos casos en violencia.