La práctica de las artes marciales
Está profundamente unida en la filosofía, la tradición y la cultura. Esta disciplina enseña no solo defensa propia, sino también disciplina, concentración y respeto. Muchas personas comienzan su viaje en las artes marciales con un objetivo específico en mente: lograr la maestría, ganar un cinturón negro, ganar un título mundial, aprender defensa personal, etc. Sin embargo, en algún momento del camino, muchos se desvían del camino o se dan por vencidos por completo.
Mente abierta
Una mente abierta es uno de los rasgos más importantes que puede poseer un artista marcial. Las artes marciales son una actividad en constante evolución. Siempre se están desarrollando nuevas técnicas y métodos de formación. No importa cuánto tiempo hayas estado entrenando, siempre hay algo nuevo que aprender.
Si estás abierto a aprender cosas nuevas, puedes mantenerte por delante de tu competencia. Debes mantener la mente abierta o arriesgarte a que lo pasen por alto.
Establecimiento de metas
Establecer metas para ti, especialmente en artes marciales, es una de las mejores cosas que puedes hacer para asegurar tu progresión. Piensa bien y sé realista sobre dónde te gustaría verte dentro de un año. Escriba sus objetivos en términos claros y concisos. Date un cronograma específico para completar esos objetivos. Cuando hayas hecho eso, piensa en lo que hará para llegar allí y recompensarte por cada objetivo que logres.
Asegúrate de que sus objetivos sean específicos e inmediatos. A medida que completes tus metas, anota otras nuevas y reajusta tu enfoque en nuevos horizontes. Al establecer metas para ti mismo, puedes separar las cosas triviales y sin importancia de las que son realmente importantes en tu vida.
Disciplina
Muchos entrenadores, instructores y practicantes de artes marciales desde hace mucho tiempo consideran la disciplina como una de las características fundamentales de un artista marcial exitoso. Los entrenadores e instructores enseñan desde un principio a sus estudiantes el valor de la disciplina desde el momento en que comienzan su primera clase. Hay reglas y procesos a seguir, incluido el respeto por el arte marcial y el instructor.
Para tener éxito, un artista marcial debe adherirse a una estricta rutina de entrenamiento. Por simple que parezca, la disciplina es a menudo lo que separa a los campeones del mundo de los que “podrían haber sido”.
Humildad
Cada vez que pisas el tapete, el ring o la jaula, siempre corres el riesgo de perder. No importa cuánto hayas entrenado, todo podría irse por el desagüe en un solo momento. Cómo respondes al fracaso es lo que te define como un artista marcial.
El fracaso es un recordatorio de ser humilde. Un verdadero artista marcial no permite que su ego los ciegue de la realidad, sin importar de qué color sea su cinturón o cuán famosos se hayan vuelto.
Confianza
Para tener éxito en las artes marciales, debes tener confianza en tus habilidades. Debes tener total confianza en ti mismo y en tu técnica la seguridad en ti es fundamental. Debes tener fe en tu instructor y en tu formación.
Para tener un verdadero éxito en las artes marciales, hay ciertas características y rasgos que una persona debe tener. Estos rasgos pueden cultivarse en cualquiera que esté dispuesto a intentarlo. Recuerde, el éxito en cualquier cosa, ya sea en su carrera o en artes marciales, no sucede de la noche a la mañana. Comienza con un pequeño paso.
Establecimiento de metas
Establecer metas para ti, especialmente en artes marciales, es una de las mejores cosas que puedes hacer para asegurar tu progresión. Piensa bien y sé realista sobre dónde te gustaría verte dentro de un año. Escriba sus objetivos en términos claros y concisos. Date un cronograma específico para completar esos objetivos. Cuando hayas hecho eso, piensa en lo que hará para llegar allí y recompensarte por cada objetivo que logres.
Asegúrate de que sus objetivos sean específicos e inmediatos. A medida que completes tus metas, anota otras nuevas y reajusta tu enfoque en nuevos horizontes. Al establecer metas para ti mismo, puedes separar las cosas triviales y sin importancia de las que son realmente importantes en tu vida.